Sin tiempo, sin consecuencias.

Es divertido ver como la única cosa en la mente de aquel niño
es atinarle con unas pequeñas gotas de agua
a las hormigas que están a sus pies
viendo como, al caer la gota
las hormigas cambian de dirección
informándose una a otras que algo raro sucede
que el camino ya no es seguro
las hormigas se mueven mas rapido
si una hormiga queda en la gota intenta salir
a veces lo logra.
El problema es que él ya no era un niño
sus víctimas ya no son hormigas
no creo que salgan vivas
sus bombas, no son mas gotas de agua
causando el indescriptible grito sordo de la muerte
parece que saldrá hoy en las noticias
quizá como un héroe.
Con la verdad cansada de gritar
y no ser escuchada.